viernes, 12 de agosto de 2016

Debate con la conducción del pueblo kurdo: ¡El imperialismo es enemigo del Confederalismo Democrático!

El Kongra resolvió una serie de cuestiones y caracterizaciones, entre ellas una que desarma la lucha del pueblo kurdo, ya que genera expectativas en que las potencias podrían llegar a apoyar la perspectiva del Confederalismo Democrático.

Por Juan Giglio
Hemos recibido la “Declaración final de la 10ª Asamblea General del Kongra Gel (Congreso de los Pueblos)”, un organismo influenciado directamente por el PKK, Partido de los Trabajadores del Kurdistán, cuyo líder, Abdullah Ocalan, se encuentra en prisión desde hace 17 años.   
Este Congreso se realizó bajo el slogan “Construyamos la Autonomía Democrática, aseguremos la liberación del líder Apo y del pueblo kurdo” en las zonas de Defensa Media en las montañas de Kandil, que es una región de Iraq liberada por la guerrilla kurda desde hace varios años.
Según los informes que se desprenden de sitios de internet relacionados a la lucha del pueblo kurdo, esta “Asamblea fue secundada por 160 miembros de diferentes orígenes étnicos, turcos, árabes, persas así como miembros de delegaciones internacionales como Alemania.”
El Kongra declaró que “la tercera guerra mundial está en curso y que los poderes internacionales y estados regionales están tomando parte en ella de manera directa e indirecta, mientras que los pueblos están organizando su lucha para poder implementar un estilo de vida libre y democrático.”
Desde KDS coincidimos con este punto de vista, desarrollado en varias notas de nuestro blog, donde caracterizamos que en esa “guerra mundial” no se están enfrentando directamente los oponentes imperialistas involucrados, sino que han “tercerizado” la contienda, a través de milicias mercenarias -ISIS, Al Nusra, etc.- y aliados tácticos, como Bashar, Hezbollah o las autodefensas kurdas.  
Uno de los bloques -conformado por un sector del imperialismo yanqui, Qatar, Arabia, Israel y Turquía- está detrás de Estado Islámico, Al Nusra y otros engendros parecidos. Mientras que el denominado “Acuerdo 5+1” -integrado por Obama, el imperialismo europeo, Irán y Rusia- apoya a las fuerzas que enfrentan a esos otros sectores.
El retroceso y aislamiento internacional de Erdogan -que está tratando de “amigarse” con cuanto enemigo suelto anda por ahí- responde justamente a esta lógica, ya que su bloque está perdiendo la guerra en el terreno principal en el cual se está librando: Siria e Iraq.
Asumir esta caracterización significa entender que los aliados “tácticos” del pueblo kurdo son potencias que -por distintas razones económicas y políticas- hacen esto no para defender los intereses de los pueblo oprimidos, sino para derrotar a las fuerzas capitalistas con las cuales, circunstancialmente, se están enfrentando.
¡Apenas este bando “aliado” triunfe apuntará sus armas en contra de la autonomía del pueblo kurdo! que es lo que se han encargado de aclarar Obama, Putin, el Papa y demás en las “Negociaciones de Ginebra”, cada vez que rechazaron la participación kurda y reafirmaron la necesidad de “mantener la unidad de Siria”.
En boca de esto personajes, la “unidad política y territorial siria” significa mantener al régimen baazista - con o sin Bahsar Al Assad- de manera de contar con un gobierno fuerte que les garantice sus negocios, que son antagónicos al bienestar de los pueblos, ya que para concretarlos necesitan imponer planes de ajuste, explotación, represión y saqueo de los recursos naturales.
Esta perspectiva es, obviamente, contraria a los principios sociales y políticos sobre los cuales se está tratando de organizar el “Federalismo” en Rojava y otras regiones. Por eso, no son casuales las reuniones entre Erdogan y Putin, como tampoco lo son los encuentros que se vienen realizando entre representantes del gobierno turco y agentes de su “enemigo irreconciliable”, Bashar Al Assad.
Todos estos, junto a Obama, Irán y compañía sacaron la conclusión de que Estado Islámico y Al Nusra  han sido derrotados y, que por lo tanto, ya es el momento de organizar la guerra que, a pesar de sus diferencias, los unifica: contra la Revolución de Rojava y el Confederalismo Democrático del pueblo kurdo.
Teniendo en cuenta esta perspectiva, la declaración del Kongra “invitando a dichas potencias para que actúen con responsabilidad histórica por la paz y la estabilidad y a que abandonen las políticas anti-kurdas y que jueguen un papel que favorezca el relevo a un Oriente Medio democrático…” no es solo equivocada, sino que desarma política y militarmente.
Generar expectativas en que los responsables de los crímenes más horrorosos contra la humanidad, podrían cambiar sus políticas miserables y ayudar a que avance la experiencia del Confederalismo Democrático, es una utopía que se contradice con los nuevos desafíos del pueblo kurdo, que continúa siendo la vanguardia del proceso revolucionario de Medio Oriente.
Desde nuestro punto de vista -que parte del apoyo incondicional a la lucha de las masas kurdas en Siria, Turquía, Irán e Iraq- hay que prepararse política y militarmente para la pelea de fondo que se avecina: la que se librará en contra del régimen de Bashar Al Assad, sostenido por Obama, Irán y demás enemigos de los oprimidos.
¡No habrá Confederalismo Democrático ni Federación de Estados o Regiones Autónomas Socialistas -como proponemos desde KDS- sin acabar con los enemigos de la libertad, la democracia y el Socialismo, que son los gobiernos capitalistas de Medio Oriente y los grandes poderes imperialistas que los sostienen!
Para avanzar en ese sentido, el pueblo kurdo tiene que consolidar una alianza táctica superior a la que han construido hasta el momento: la unidad con los trabajadores y los pueblos de todo el mundo, los únicos interesados en que triunfe el proceso revolucionario que dio lugar a las Asambleas y Milicias Populares de Rojava.
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