miércoles, 3 de agosto de 2016

¿Ginebra o la autonomía kurda?

Kerry y Lavrov: Estados Unidos y Rusia tienen muchas disputas y contradicciones, pero una gran coincidencia, la de impedir el desarrollo de la autonomía o el estado kurdo en Medio Oriente.

Por Martín Romero
Cambios sobre el terreno
No es novedad decir que las negociaciones de Ginebra, impulsadas para resolver la crisis siria, no han rendido sus frutos. Pero desde la última edición de estas, han acontecido numerosos cambios sobre el territorio y en lo que respecta a negociaciones entre las partes.
En el terreno militar, es notorio el progreso que han tenido las fuerzas del régimen baazista y sus aliados, Rusia e Irán. Cabe recordar que dichas fuerzas no solo se componen del Ejército Árabe Sirio y milicias locales aliadas al Baaz, sino que también están integradas por integrantes de milicias chiítas iraquíes y la libanesa Hezbollah, sumados a importantes contingentes de soldados rusos e iraníes.
Esos avances se han dado en su mayoría contra los grupos enrolados en la Coalición Nacional Siria, vinculados a Turquía y las monarquías del golfo, y contra el “ex” Frente al-Nusra (ahora llamado Frente Fatih al-Sham, después de su ruptura con al-Qaeda), aliado táctico -y en algunos casos hasta ideológico- de varios de esos grupos.
La ofensiva del régimen sobre el este de Alepo, controlado por las milicias nombradas cerró el cerco, cortando la única ruta de abastecimiento, sitiando así los barrios orientales de la ciudad. Sus residentes sufren los bombardeos aéreos de la Fuerza Aérea, de la aviación rusa, de la artillería del ejército y del fuego de morteros y cohetes de las milicias pro assadistas y opositoras.
Los combates arreciaron tras el contraataque de la oposición para romper el sitio, desatando sobre la urbe una auténtica tormenta de fuego que llueve desde todas las direcciones. La población no solo sufre las consecuencias de las acciones militares y los disparos a cualquier cosa que se mueva. Hay desabastecimiento, falta de servicios básicos, alimentos y atención de emergencias, por lo que Alepo está sumergida en una terrible crisis humanitaria.
Las operaciones del régimen contra el autoproclamado Estado Islámico han tenido otros resultados: La más importante de ellas fue la frustrada ofensiva contra Raqqa. Su inicio se produjo como una respuesta al anuncio de una operación por parte de las Fuerzas Democráticas de Siria para liberar la capital del Califato, que sería suspendida para concentrar esfuerzos en la liberación de la ciudad de Manbij. Las bandas del Estado Islámico derrotaron de forma contundente al régimen y sus aliados en las afueras de al-Tabqa, mediante un contraataque, provocando numerosas pérdidas y una desbandada en la retirada.
Por otra parte, las Fuerzas Democráticas de Siria han liberado inmensas extensiones y poblados al oeste del río Éufrates, en lo que parecía un avance para conectar el cantón de Efrin con los restantes. Sin embargo, dicho avance se detuvo, y los esfuerzos se centraron en el sitio a Manbij y su lenta liberación de las bandas terroristas atrincheradas en su interior, que usan a civiles atrapados como escudo humano y colocan explosivos por todos lados.
Las negociaciones no solo se dan en Suiza
Un hecho muy significativo en las últimas semanas fue el fallido intento de golpe por parte de un sector de las fuerzas armadas turcas -tratado ampliamente en diversas notas en el blog kurdistandesdelsur.blogspot.com- que produjo sustanciales modificaciones en las relaciones entre los países involucrados en el conflicto sirio.
Ya habían tenido lugar conversaciones secretas en Argelia entre el gobierno de Recep Tayyip Erdogan y el de Bashar al Assad, promovidas por el gobierno iraní. Y son constantes las entrevistas entre los encargados de las relaciones exteriores de Rusia y los Estados Unidos, Sergei Lavrov y John Kerry respectivamente, que ¿casualmente? se encontraban reunidos el día de la intentona de los militares turcos.
A pesar del contragolpe y la represión desatada por el gobierno turco, fortalecido sólo coyunturalmente, comienzan a salir a la luz las limitaciones y debilidades de Erdogan en cuanto a sus ambiciones, y es por eso que se ve obligado a pactar con sus rivales. A eso, a la presión de las principales potencias mundiales y a la profunda crisis económica, social y política que atraviesa Turquía, es que se debe el acercamiento de Erdogan a Rusia, Siria e Irán.
Otro factor que tienen en común esos dos últimos estados y Turquía es la cuestión kurda, que preocupa comúnmente a los tres, porque sus regímenes autoritarios ven a los kurdos como una amenaza a sus políticas interiores, que se basan en la represión política y el sometimiento de las minorías étnicas.
Ahora ¿qué es lo que preocupa a Estados Unidos y Rusia en lo que a la cuestión kurda se refiere? Hay indicios, por declaraciones de importantes funcionarios de ambos estados, y acciones tanto diplomáticas como militares en consecuencia, de que la autonomía kurda rompe con el nuevo mapa político delineado de cara al futuro por las principales potencias y sus planes para la región.
Autonomía kurda, federalismo y referéndum
Por dos caminos diferentes, las administraciones del Gobierno Regional del Kurdistán (Iraquí) y de Rojava han impulsado procesos de autonomía, no solo contra la voluntad de los respectivos gobiernos de los estados que ocupan esas dos regiones del Kurdistán (Irak y Siria), sino del régimen teocrático de Irán, que también ocupa parte del Kurdistán y es un aliado de ambos.
En Rojava y el Norte de Siria, se ha declarado una Administración Federal, impulsada por los organismos de representación de todas las comunidades que habitan la región. Se ha redactado una carta constitutiva, se declaró una capital y se oficializaron como fuerzas de autodefensa las Fuerzas Democráticas de Siria.
En Bashur (Kurdistán Iraquí) el Gobierno Regional del Kurdistán, encarnado en el presidente Masoud Barzani , ha impulsado un referéndum para decidir sobre la independencia del estado iraquí.
Así es como la posibilidad de autodeterminación de los kurdos empieza a tomar formas más consistentes, aunque de dos formas diferentes, porque la segunda está ligada a los intereses de los clanes y sus negocios con los países vecinos, y la primera a la democracia multiétnica y a la revolución social que se está llevando a cabo en Rojava.
Las partes negociantes y Ginebra
Sumemos a todo esto que Irán, tras el Pacto 5+1, se ha transformado en el verdadero actor protagónico en Medio Oriente, a pesar de las ambiciones de Erdogan y los sucesos de Turquía, posicionándose como interlocutor y aliado regional tanto de Estados Unidos como de Rusia. Eso sucede como resultado de la debilidad de los norteamericanos a la hora de imponer sus planes en las relaciones internacionales, tanto políticas como comerciales.
Por eso es que Rusia y Estados Unidos apuran y frenan las negociaciones de Ginebra de acuerdo a como se van dando las cosas sobre el terreno. La piedra de la discordia en las últimas discusiones ha sido la inclusión (o no) de una representación en las mismas de la Administración Federal de Rojava y el Norte de Siria. Hasta ahora, tanto régimen sirio como oposición fueron intransigentes en la participación de una delegación de ese origen en las conversaciones.
Es en el mismo sentido de las caracterizaciones que venimos realizando en Kurdistán Desde el Sur, que lo refleja una nota publicada por la agencia Hawar News (leer nota en inglés). En esa nota, la copresidenta de la Asamblea Democrática de Rojava y Norte de Siria, Ilham Ahmed, habló acerca de lo que sucede en las arenas de las negociaciones, los pactos “bajo la mesa”, y como algunas partes no ayudan a los refugiados. También habla sobre como las catástrofes humanitarias producidas por la guerra no son tenidas en cuenta, mientras las potencias y los gobiernos se muestran las cartas de negociación.
No solo ellos, todas las voces que participan en mayor o menor medida se alzaron en contra de la declaración federalista, con algunos puntos diferentes y otros similares. La unidad de Siria fue hasta ahora el principal argumento, aduciendo que la voluntad de los pueblos de Rojava y el Norte de Siria es “unilateral” y atenta contra la unidad de Siria.  Así es como encubren que existe un interés común que une al régimen baasista, a la Coalición opositora siria, a los gobiernos de Turquía, Irán, Irak, también a Rusia y los Estados Unidos.
Sin embargo, ha sido Lavrov quien ha tratado de persuadir a las otras partes que es necesaria la presencia de una delegación de Rojava en las conversaciones, y esto no solo no ha sido descartado, sino que ha despertado coincidencias con algunas de las partes, incluido el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, y algunos funcionarios estadounidenses
Conociendo las intenciones generales de todos los actores, es que todo indicaría que las próximas negociaciones de Ginebra tienen también como intención aplastar a la revolución de Rojava y el Norte de Siria, acotando sus horizontes a los planes del imperialismo y los regímenes autoritarios regionales, y socavando las voluntades de libertad y autodeterminación del pueblo kurdo y otras minorías que ven en Rojava un ejemplo a seguir. ¿Será la próxima sesión en Ginebra una reedición del tratado de Lausana, como ya habíamos advertido en otras notas (Leer "Ginebra es una trampa")?

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